La Feria de la Nao de China O Galeón de Manila en Acapulco, es la más antigua de nuestro país…ni la de Aguascalientes ni la de San Marcos la igualaron en su momento.
09 noviembre 2021
Por: Federico Nogueda Berdeja
Todo
pueblito por muy pequeño o grande que sea tiene su feria, el caso de Acapulco,
muchos piensan que no la tiene, pero siempre ha estado ahí, muda atestiguando las
centurias de 250 años, de 1565-1815.
Posteriormente
jamás fue revivida con esa intensidad que se dio, cuando unió a tres
continentes, América, Asia y Europa, empezó con ese intercambio cultural y
social, especialmente con Asia.
Todo
comenzó cuando don Andrés de Urdaneta estableció el llamado ‘Tornaviaje’, ahí
marcó la historia de la Nao de China o Galeón de Manila, acto que fue
fundamental para la historia del arte, y desarrollo y proyección de Acapulco y
la cultura mexicana.
Se
estableció lo que hoy podríamos decir un tratado de libre comercio, ese
intercambio comercial y cultural con los tres continentes, los galeones
transportaban, ideas, gustos, preceptos religiosos, vocablos, conceptos
arquitectónicos y pictóricos.
Hasta
fundamentos estilísticos, voces populares, costumbres gastronómicas, elementos
culturales que marcaron la vida y las costumbres de Filipinas, Asia y México
durante 250 años.
Los
filipinos trajeron a Acapulco el Ceviche, las peleas de gallos, lo que antes se
decía por así decirlo el pozole acapulqueño, hecho de mársicos con maíz; los
chinos y japoneses la porcelana, aquí en el puerto se trabajó la porcelana, que
después se fue a otros estados del país, pero su origen fue en Acapulco.
También
nace el concepto de turismo y lo que hoy es la hospedería, cuando los
acapulqueños de ese entonces, hospedaban por una cantidad de monedas a los
mercaderes que venían de Así, y Europa, que ya no encontraban donde pernotar.
Varios
filipinos se quedaron a vivir en Acapulco y formaron familias y hasta la fecha
en los barrios históricos de Acapulco, todavía hay descendientes de eso
migrantes asiáticos, y había por el barrio de Petaquillas un restaurante
filipino.
Y
tantas cosas más que transformó la cultura de Acapulco y México esa Feria de la
Nao de China o Galeón de Manila, que zarpaban en Manila, donde ya estaban
galeones de China, Japón y otros países asiáticos en el mes de junio.
Por
ello, bajo esos argumentos ojalá que algún día se retome el organizarle al
puerto su feria, ya que el concepto de feria es más grande e impactante de lo
que hoy organizamos, el llamado festival.
Que
sin duda aporta mucho, pero a Acapulco es más que eso, lo deja sin esa
tradición, porque el concepto de feria es más grande que un festival, en una
feria va incluido todo, festivales, cabalgatas, pelea de gallos, concursos de
todo tipo, bailes, etcétera.
La
última vez que se organizó fue en 1986 con el acapulqueño de origen, el ex
alcalde, el almirante Alfonso Agudín Alcaraz, donde en pequeño cumplió con los
requisitos de una feria acapulqueña.
Somos
conscientes que realizar el concepto de lo que fue La Feria de la Nao de
Acapulco, va para largo, principalmente por ese déficit que se viven
administración tras administración que llegan, y a veces donde las ideas
escapan.
Pero
Acapulco tiene su feria como cualquier otro pueblito de algún rincón del país, solamente
hay que recordarlo todos los días, para que quizás algún día, se forme no un
patronato, sino un consejo consultivo con su fideicomiso, integrado por el
presidente de la república, embajadores de Asia, Europa y Sudamérica y la
figura de gobernador y presidente municipal.
Yo Soy
federicosol@yahoo.com.mx