Ciudad
de México
16 junio
2021
Trazos
noticias
Salud
A 20
meses de haber sufrido una lesión a causa de una bala perdida que la dejó sin
movilidad en el brazo derecho, Ana Miriam ha logrado gracias al apoyo de
médicos especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recuperar
el 90 por ciento de las funciones de su extremidad.
En octubre de 2019 Ana Miriam, de 33 años,
resultó herida cuando se encontraba en la vía pública, recibió los primeros
servicios de urgencia en la Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de
Traumatología “Lomas Verdes”; posteriormente fue canalizada al Hospital de
Ortopedia, en Magdalena de las Salinas, donde fue operada.
“Actualmente
la paciente lleva alrededor de 9 meses de rehabilitación, su evolución ha sido
bastante satisfactoria, ya recuperó un 90 por ciento de la extensión de la mano
y de los dedos, y con eso se ha podido incorporar a sus actividades
cotidianas”, explicó el doctor Rogelio José Solano Pérez, especialista del
Hospital de Ortopedia.
El
cirujano de plexo braquial y nervio periférico detalló que la herida por
proyectil de arma de fuego provocó en Miriam afectación del nervio radial y del
nervio músculo cutáneo, y a consecuencia de esto no podía flexionar ni extender
el codo, la muñeca , los dedos, ni llevarse la mano a la boca.
Para
revertir el daño causado, los médicos del IMSS realizaron una exploración del plexo axilar donde encontraron seccionado el nervio
radial a nivel de la axila e hicieron una reconstrucción nerviosa con
microcirugía.
“Fue necesario tomar injerto del tobillo para
hacer la reconstrucción del nervio radial, y en ese mismo tiempo quirúrgico
hicimos una transferencia nerviosa para lograr recuperar la flexión del codo”,
explicó el Dr. Solano Pérez.
Posterior a la cirugía, Ana Miriam inició un
programa de rehabilitación, el cual le ayudó mucho, además de la actitud positiva
que mostró para recuperar la movilidad de su brazo.
El especialista del IMSS indicó que las
lesiones nerviosas tienen tratamiento y hay posibilidades de recuperación si se
atiende en los primeros seis meses.
En tanto, Ana Miriam recordó que lo ocurrido
le generó afecciones emocionales y crisis nerviosas, ya que no podía realizar
actividades como bañar a su hijo, hacer de comer, trabajar, peinarse y otras
actividades cotidianas.
“Yo sentía como si hubiera perdido el brazo
porque no lo podía usar ni para escribir, ni para hacer tareas con mis
hijos”, expuso.
Comentó que llegó a sentir resignación al
pensar que ya no sería la misma persona, “sí, el brazo lo traigo, pero ya para
qué, lo traigo de adorno”.
Indicó que tras la operación e iniciar la
rehabilitación en el Hospital de Ortopedia, actualmente ya puede hacer una vida
prácticamente normal, “no al 100 a lo mejor, pero sí en un 90 por ciento”.
Ana
Miriam expresó su agradecimiento al personal de salud que la ha atendido
durante más de año y medio