Trazos Time
20 julio 2020
Opinión
Federico Nogueda Berdeja
Si
bien es cierto que coincido con algunas políticas populistas, pero no todas,
hay algunas que están mal orientadas y desfasadas, pareciera que sólo es con el
fin de decir ‘mira soy chingón’, estoy impactando’, pero sin dar
resultados.
El
hecho aquí en la reflexión no es la destrucción del golfito, o la limpieza de
los negocios que quitaban espacios a la playa, sabemos que ese sitio por
supuesto ya cumplió su ciclo, tiempo y momento, estaba abandonado, y hasta daba
mal aspecto.
El
detalle aquí es no confundirse, al decir con un discurso retórico que estamos
dando más espacios a las playas, ‘ya no a playas privadas’, solo fueron
concesiones que quitaban espacios, no privaban a la gente de bañarse, de hecho
toda la infraestructura hotelera en Acapulco quita espacio a las playas.
El
puerto de Acapulco, de un humilde pueblo de pescadores salta a un polo
turístico internacional mal planeado, nace bajo un caos, donde juntaron a la
ciudad con la playa, no fue separado el balneario con la ciudad.
Todo
se fue dando conforme lo iba pidiendo la demanda de hospedaje, sin jardines o
áreas verdes, sin accesos a playas organizados, con un drenaje sanitario que
nunca se planeó para que desembocara a mar abierto.
El
acto de desalojar concesiones o sitios que invadían las playas, pareció más una
acción populista, ¿Por qué? Simplemente esa acción no va acompañada de una planeación,
estrategia, fue más a la simple intuición e idea, no va acompañada de un
programa serio, que amortigüe el impacto de la acción ejecutada.
Y
no me refiero a las molestas o reclamos, como protestas que se están dando,
sino a que cuando una acción quita, termina o despoja algo, ya deben de tener
el famoso plan B, ya debe de estar en proceso lo que vas a poner o realizar,
porque sino solo dejas un vacío que va ser invadido.
Y
solo esperemos cuando el puerto vuelva a brillar en sus temporadas,
esos espacios van a ser ocupados por los turistas que practican el ‘Camarena’,
esos que duermen en las playas, que también son una invasión quitan privacidad.
Por
ello, los actos populistas que solo impactan pero no resuelven nada, deben de
ser orientados hacia un impacto económico hacia la clase media y baja, no así a
un acto para solo impresionar, alzar olas porque carece de un sustento no
legal, sino social o en este caso turístico.
En
el puerto no encuentras una sola área verde, ya no digamos jardines digna de
primer mundo, están llenas de una mezcla de zacate y pasto, la Costera carece
de una imagen permanente de su vialidad sin pintada, sin barrer.
La
mayoría de presidentes municipales han gobernado al puerto con políticas
públicas pueblerinas, como si gobernaran a unos 150 mil habitantes, no van más
allá de proyectos de primer mundo y si hay dinero para hacerlo, con una fuente
de la Diana digna para tomarse una foto, se inspiraran en las fuentes de
Sidney.
Pero
eso si el discurso se llena con decir somos un puerto con tradición
internacional, pero con políticas pueblerinas, no del nivel de conocido como
merece Acapulco.
La
nueva acción de desalojar las playas, porque no es un proyecto, deben de estar
acompañada de contar con banquetas limpias, que la arena de la playa no invada
las banquetas, que barran cada dos días, pinten, rehabiliten, eso si no sería
una acción populista.
Yo Soy
federicosol@yahoo.com.mx
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