Los grupos no a fines al gobierno federal, se le están jugando y apostando
del todo con la pandemia, para lograr doblegar al actual régimen para recuperar
espacios en el 2021.
30 marzo 2020
Opinión
La
presión (orden) que realizan los organismos financieros internacionales a los
Jefes de Estado o presidentes, por la pandemia del Coronavirus la de tomar
medidas algunas consideradas extremas por los organismos sociales, está
dividiendo a la sociedad, entre los reaccionarios a los regímenes en turno y el
jefe de estado.
El
caso de nuestro país México la fase uno y dos de la pandemia se caracterizó por
una presión de algunos segmentos políticos llamados reaccionarios otros le
dicen conservadores, que para muchos ha sido utilizada como fuego político para
el presidente.
Independientemente
que se escudan en cuestionar como ciudadanos, con derechos y libertad de
expresión, no deja de verse como la oportunidad política de usar a la pandemia
como un arma para hacer fracasar al presidente, y en parte lo están logrando.
Al
presidente lo cuestionan de seguir relajado tanto en la fase uno como en la
dos, ante la emergencia que según ellos ya debe de estarse tomando medidas
extremas, la presión es tal, que junto con sus aliados también medios llamados
conservadores, han logrado arrinconar al actual subsecretario de Salud federal.
Hugo
López Gatell subsecretario de Salud, al comienzo de la fase uno su trabajo era
con menos alarmismo, pero la presión de los grupos reaccionarios al régimen que
se observa quieren indirectamente dirigir la emergencia para que se haga lo que
ellos consideran lo mejor para los ciudadanos, y ganar adeptos políticos para
el 2021.
No
obstante, van por buen camino ya lograron que López Gatell endureciera sus
medidas y hasta su estado de ánimo, al colgarle el teléfono a Dennis Maerker en
una entrevista; el subsecretario ya se ve más presionado, irritado, como
enfadado.
Pero
al que no han logrado doblar, solo a veces arrinconar es al presidente López
Obrador, de él les irrita hasta la eternidad que no toma sus medidas
sanitarias, que sigue con esa seguridad en sus giras, su discurso lo varia en
ocasiones es, ligero y en otras no, es más como lo quieren ver los
reaccionarios alarmista.
Pero,
la realidad es que, si de repente se ve aún López Obrador ir al extremo, no es
porque lo estén dominando los reaccionarios, sino más bien obedece a las
recomendaciones (orden) de los organismos financieros internacionales.
Ahora
bien, este análisis no pretende ignorar la pandemia nacional, ni minimizarla, sólo
advertir que las medidas que están proponiendo los grupos reaccionarios al
gobierno son extremas, ligeras e irresponsables.
Tan
estúpido es decir ya no salgan a la calle para evitar más contagios, como decir
también sigan en la calle y no tengan miedo, porque ambas medidas repetidas en
los medios son ligeras, apasionadas, y a veces ignorantes porque quienes los
repiten ni son expertos, ni están bien informados.
Más
bien se observa un alarmismo con intereses a futuro, ambas guerras de entre
salgan y no salgan, son extremas, no hay inteligencia en el fondo, porque toda
decisión debe de ir acompañada de un análisis de impacto, es decir, si yo digo
no salgan debo forzosamente ver cuál va hacer el impacto de mi medida, y eso no
está ocurriendo, el grupo reaccionario solo repite como loro lo que dice la
OMS.
El
mexicano tiene otra característica al chino, italiano, español, estadounidense,
aquí, si se va con la medida de no salir nadie, debe de tener un plan organizado,
trazado por todos los segmentos, poner horarios, el saber a qué horas el virus
se desarrolla más o es más vulnerable.
Porque
el impacto ya se está dando sin dar una solución al ciudadano, una la
estupidez, lo que pasó en el estado de Jalisco por miedo al Coronavirus
ciudadanos bajaron de un autobús a enfermeras y la bañan con cloro; la otra la
quiebra de comerciantes, transportistas, restauranteros solo por convocar a no
salir…sin estar organizados con un buen plan de impacto.
federicosol@yahoo.com.mx