¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si
pierde y arruina su vida?
23 diciembre 2019
Opinión
La
Navidad para todos los ciudadanos que la festejan, es una fecha para reflexionar,
entender el mensaje de Jesús, del concepto de la vida, del amor a la vida, a la
humanidad, de salvarla espiritualmente.
Y
cuando tocamos el punto de Jesús y el ‘ego’, es solo para volver a recordar la
figura del Cristo, del ejemplo que dio tanto espiritual como social, de conducir
al ser humano al amor y tratar de eliminar eso que ahora llamamos ‘ego’.
Hay
varios pasajes de la Biblia cuando Jesús ejemplifica el ‘ego’, como: cuando
responde a los fariseos en el Evangelio de Lucas, y le preguntan: ‘¿Cuándo
llegará el Reino de Dios?’ Él dijo: ‘La venida del Reino de Dios no es cosa que
se pueda verificar. No van a decir: `Está aquí, o está allí´. Y sepan que el
Reino de Dios está entre ustedes’.
O
este otro: ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde y
arruina su vida?
O
el más representativo para los metafísicos y a la meditación oriente es, la del
Domingo de Ramos, cuando Jesús entra a la ciudad arriba de un burro con sus
ramos y sus apóstoles.
Ahí
Jesús vence al ‘ego’, en una gran representación, símbolo y mensaje para
aquellos que lo cuestionaban, se reían de él, al entrar arriba de un asno, pero
Jesús pudo haber entrado en una carreta y caballos, pero eso es ‘ego’, la
mente, la razón, una aprobación social.
Y
el Cristo no buscaba eso, sino, que no amaran el mundo tanto, lo material, la
ilusión, lo siempre seguro, cuando entra arriba del burro, automáticamente
vence al ‘ego’ a ese falso traje o antifaz, fue un mensaje para los fariseos y
todos aquellos que aman la vanidad de esa época y actual.
Hay
muchas reflexiones no lo que es el ‘ego’, sino lo que el ‘ego’ ha estado
impidiendo al ser humano, para no amar esa totalidad de la existencia, y amar
más al mundo como lo dice Jesús.
Así,
por ejemplo: Si hay ego, no hay paz, pero si hay paz, desaparece el ego, en el
pasado y futuro vive el ego, jamás el ego está en el aquí y ahora, no puede
estar, no lo soporta, el quiere el sufrimiento, en enfrentamiento, la
competencia.
El
‘ego’ quiere todo seguro, casi no arriesga, aún que vea la posibilidad que algo
nuevo toque a su puerta, lo rechaza, su prima hermana es la mente y odia al
corazón, la intuición.
A
la mente y al ‘ego’ nunca les gusta rendirse, a eso que no puede entender y
supera, nunca se despojarán de nada, por eso finalmente están vacíos, de un
falso traje…nunca fluye o suelta, está contra el amor porque simplemente el
amor es rendición, por eso la mente y el ‘ego’ está contra un gran maestro como
Jesús, o Gautama Siddhartha Budda, que se rindieron.
En
la meditación la mente y el ego no funcionan, les parece absurdo y estúpido,
porque aquí también se tiene que rendir. Porque si hay un Dios, entonces el ego
no podrá ser superior, o ponerse en un gran pedestal.
No
se puede ver a Dios vivo, solo cuando se muere, cuando te rindes a él, entonces
morirá el ‘ego’… por ello el ‘ego’ siempre quiere ser el Dios, y acuña la frase
de Nietzsche, ‘Dios a muerto’ el hombre, debe de elegirse así mismo, no a Dios,
el hombre ahora es libre, eso es ‘ego’ y mente, solo eso.
La
mente no puede a mar, puede ir a la guerra y no al amor, porque en el amor se
va a rendir y le da miedo. ¡¡¡Feliz
Navidad!!!
federicosol@yahoo.com.mx