*El
sexismo mediático, un lenguaje agresivo a la mujer
‘Vámonos al COLOSO a vivir, allá
comadre donde están haciendo casas bonitas, 1983.’
07 octubre 2019
Opinión
El proyecto del Infonavit el COLOSO
nace como lo fue años antes en la Ciudad de México, el crecimiento urbano y la
falta de espacio para vivir, en el caso del puerto de Acapulco, fue la migración
de personas atraídas por el impacto del turismo.
En la época de los setenta todavía el
puerto respiraba el boom de la llamada era de oro, las migraciones de las
regiones del estado estaban en su mejor apogeo y por supuesto de otras partes
del país y de Norteamérica, los discos de música moderna se estrenaban al mismo
tiempo en los Ángeles y Nueva York, como en las discotecas del puerto.
La zona habitacional del Infonavit el
COLOSO, nace precisamente como un espacio de vivienda para los migrantes que
venían a correr suerte de trabajo, una vez conseguida, buscaban vivienda y ahí
se establecen, ya con un sueldo de hotelería.
También por supuesto acapulqueños que
buscaban escapar del cuadro urbano de la ciudad, y que mejor que el COLOSO.
Esta Zona nace su construcción en 1977 y se habitó en su primera etapa en 1978.
Sus primeros pobladores disfrutaban
de una zona limpia, de aire puro, con arroyuelos con peces, camarones y hasta
tortugas de tierra, era una alegría vivir en un área moderna en servicios y con
la naturaleza.
No obstante, como todo en la vida,
‘todo por servir se acaba’, y acaba por no servir, esa zona con el tiempo, se
fue deteriorando poco a poco, especialmente sus edificios, que hoy en estos
momentos, a pesar de ser considerada la zona habitacional más grande de América
latina, hoy le urge un rescate en su infraestructura.
Muchos de sus habitantes con las tormentas,
huracanes y los temblores, han dejado sus edificios en un S.O.S, para los tres
niveles de gobierno, necesitan de inmediato, un fondo de rescate millonario, se
habla de rehabilitar cerca de 700 edificios.
Con una inversión de los cerca de los
150 millones, y urgente antes de que pueda pasar alguna tragedia en los casos
de sismos de mayor intensidad, y quizás alguien pueda decir bueno pues que lo
hagan sus propios dueños, pero el caso es que en la actualidad son personas con
escasos recursos.
Pero partiendo que estamos ante una
figura del estado benefactor, y que sus habitantes pagan sus impuestos, resulta
que debe de exigirles esa ayuda, hay escaleras que ya son puro cemento sin
varillas, edificios sentidos o cuarteados.
El sexismo mediático, un lenguaje agresivo
a la mujer
El
pasado viernes y sábado el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de
Guerrero (IEPC-GRO), organizó el taller ‘Sexismo Mediático es Violencia
Política’, donde se orienta para que se observen las herramientas de
identificación de la discriminación por género en los medios de comunicación.
En su
inauguración la consejera del IEPC-GRO, Vicenta Molina Revueltas, planteó la
necesidad de ser muy observadores del lenguaje que se utiliza hacia las
mujeres.
Especialmente
en tiempos electorales, es cuando más se marcan los lenguajes de la
discriminación de género, hay expresiones más violentas, a veces por
desconocimiento, porque el sexismo mediático es violencia política.
La
conclusión es clara, a lo que puede entenderse en el taller, los medios de
comunicación deben dejugar un papel, donde se retome la sensibilidad en el
lenguaje, tener la precaución de que vaya el mensaje en su justa o equilibrada
dimensión.
Ya
que, al momento de discriminar, denostar y otras figuras del lenguaje agresivas
o separadas, se genera violencia política o social en el caso de las mujeres,
por ello la importancia de evitar las diferencias. federicosol@yahoo.com.mx