Acapulco,
Gro.
16
septiembre 2018
Trazos
noticias
Municipio
En su mensaje dominical y con
motivo de las fiestas patrias del 16 de septiembre, el Arzobispado del puerto
de Acapulco, Monseñor Leopoldo González González, envió un mensaje a los
guerrerenses para recordar que debemos de fortalecer nuestro amor por la casa
que quisieron heredar nuestros antepasados que perdieron su vida en la lucha.
Y que el país a superados
tiempos de crisis muy fuertes para mirar el futuro con esperanza, por ello
invitó a reflexionar que se debe de aprender de nuestro pasado para no
reproducir los mismos traumas que hemos sufrido.
Y cita al Papa Francisco: “Un
pueblo que tiene memoria, no repite los errores del pasado; en cambio, afronta
con confianza los retos del presente y del futuro. La memoria salva el alma de
un pueblo de aquello o de aquellos que quieren dominarlo o utilizarlo para sus
intereses”
Además de pedir tomar
conciencia, que la celebración de nuestra independencia no se quede en un
simple recuerdo o en un bullicioso festejo, sino que la memoria agradecida de
aquellos personajes y acontecimientos que contribuyeron a la construcción de
nuestra identidad y nuestra libertad, nos comprometa en la construcción de un
México justo, fraterno y solidario.
Pidió el compromiso de todos,
para construir la esperanza del país, hacerlo más justo, solidario, fraternal,
como del compromiso de todos los ciudadanos, porque no se pueden esperar
resultados diferentes, si se sigue actuando de la misma manera.
Señaló que los encuentros por
la reconciliación y la paz que se han venido celebrando nos han hecho sentir
estos males de una manera muy viva. La estadística es fría, pero quienes han
sido víctimas de las diferentes violencias tienen cada uno un rostro y una
historia.
Y que el dolor de las personas
en gran pobreza no es un dato estadístico, sino que esto ha de motivarnos a
todos a dar lo mejor de nosotros mismos en el espacio y función en que nos realizamos
cada día.
Además de proponer a las
autoridades las maneras que juzgamos mejores para el bien común y de forma
educada e institucional, sin dañar derechos de terceros, señalemos aquello en
lo que no estamos de acuerdo o no es concorde con el México que nos han hecho
soñar con su proyecto de gobierno.
Para finalizar asegurando que ‘no
fue una casualidad que el símbolo escogido por el movimiento insurgente haya
sido el estandarte de Santa María de Guadalupe’, que, unos años más tarde,
sería proclamada por Don José María Morelos como “La Patrona de Nuestra
Libertad”. Ella nos siga protegiendo con su intercesión maternal y ayudando a
buscar cada día el progreso de nuestra Patria por caminos de justicia y de paz.